En diciembre, tras perder de forma increíble el Apertura, los dirigentes confirmaron al DT; dos meses después, por más doloroso que haya sido el 0-4, no pueden apuntar el índice acusador solo al DT, deben dirigirlo al seno de la directiva

+ Luis Inzaurralde @luisinza 
  • © MARTIN CERCHIARI

 Gregorio Pérez es por estas horas el villano de Peñarol, y tienen razones los hinchas aurinegros para embroncarse con el entrenador, pero no solo por lo que sucedió este martes de noche ante Atlético Nacional, sino por lo que aconteció con el equipo desde que el técnico asumió en medio de la crisis que vivió la institución en 2011 por la abrupta salida de Diego Aguirre, que viajó a Catar.

En franco deterioro futbolístico, sorprendentemente los aurinegros fueron perdiendo las esperanzas en los últimos tres meses del Apertura pasado, en tanto el rival de todas las horas se fortaleció y se llevó el título. Esa situación encendió la alarma, motivó que los presididos por Damiani analizaran la continuidad de Gregorio y, tras un debate en el seno de la directiva, en diciembre entendieron que el estratega del último quinquenio debía seguir como técnico.

Dos meses después, dos derrotas en los cuatro primeros partidos en la Copa -ante Godoy Cruz algo inmerecida, y frente a Atlético Nacional no admitió ninguna objeción- parecen dejar a Gregorio afuera del proyecto o sembrar más dudas de las que existían.

En ese escenario, me pregunto: ¿Qué cambió entre diciembre y este martes de noche en el Estadio Centenario? Que el equipo perdió 4-0 con los colombianos, porque el resto fue más de lo mismo; el cuadro no mostró ningún tipo de reacción en la recta final del Apertura ni en este arranque de 2012.

Seguramente coincidamos en que fue triste y penoso lo de Peñarol ante los colombianos, y que en cualquier otra circunstancia la actuación de este martes sería lapidaria y condenaría a cualquier técnico, pero ¿quién podía esperar otro rendimiento de este Peñarol ante un rival que había mostrado un nivel altísimo?

Estoy de acuerdo que intenten cargar a Gregorio con parte de las culpas porque es el responsable del equipo, pero si la directiva de Peñarol decide por estas horas sacar al entrenador, también los presididos por Damiani deberían dar un paso al costado, porque no fueron capaces de tomar las decisiones correctas en el momento justo y no pueden apuntar el índice acusador exclusivamente al DT… porque esto no es nuevo en el club, solo hay que tener un poco de memoria y recordar lo que hicieron con Mario Saralegui en una situación similar hace unos años a esta misma altura de la temporada.

http://www.elobservador.com.uy/noticia/219187/si-echan-a-gregorio-se-tiene-que-ir-damiani/